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Por Carlos Sotacora Asto

 

Para comenzar, entenderemos un poco lo que es la violencia contra la mujer. Claro que esto se involucra con los conceptos que son múltiples, como los maltratos físicos, los daños sexuales, los daños psicológicos y las agresiones verbales. Tanto es lo que se puede describir de esta problemática que empezamos a formularnos los constantes abusos que suceden a diario en nuestro país, Perú. Es por eso que un dato estadístico no reciente realizado por el Infobae (2018),  nos muestra que, durante los años 2009 al 2017, son 1003 mujeres muertas por culpa del machismo. Este hecho parece no parar, ya que cada año las noticias, al informar sobre tragedias con maltrato a la mujer; ya sea en el hogar, un lugar público o en el trabajo, son constantemente escuchadas por el Perú. Sin embargo, nosotros, los ciudadanos percibimos que esto se ha tornado una rutina diaria y pensamos que todo se resuelve con una simple denuncia de las mujeres o con un castigo al agresor de forma muy violenta. Por lo tanto, a lo largo del texto, se explicará de un factor sumamente importante del problema, que es el machismo que existe hoy en día, centrándome en la violencia hacia la mujer en el ámbito familiar. Se explicará también, cómo este factor afecta a la mujer.

 

El machismo en el ámbito familiar es una actitud y pensamiento de un varón de ser el género fuerte en la familia. Es por eso que surge todo esta problemática. Una ideología que ha ido creciendo de poco a poco hasta hacerse difícil de reducir. El macho, el "verdadero hombre" según la cultura hispana, debe tener ciertas características para que se lo considere como tal y no como afeminado u hombre a medias. Entonces, una de las primeras características que existe en el machismo es obviamente la violencia, una forma de demostrar que tiene poder y que nadie de la familia está “por encima de él”. Cuando quiere mantener a su familia, lo hace de manera autónoma sin tomar en cuenta a la mujer; es decir, si la mujer quiere trabajar o aportar económicamente, él la agrede de forma verbal reduciendo su autoestima y hasta incluso dañarla psicológicamente. Esto ocurre ya que el hombre desea demostrar que es capaz de tener descendencia masculina y de criar, educar y sostener una familia. Sin embargo, no se puede negar que existe una creencia cultural que justifica estos medios, y son tantos los estereotipos que se llega a deducir que son este el género del cual se puede fiar, debido a su fortaleza, rudeza, nivel de trabajador muy alto y apoyo económico en diferentes aspectos. Ramos (1962) señala la fuente común de las características personales de aquellos que sufren de un complejo de inferioridad: "La afirmación de la individualidad de uno al costo de los demás" y este parece ser el rasgo envolvente del machismo. Entonces, se señala que la agresividad del hombre nace del miedo y de un sentimiento de inferioridad.

 

Sin embargo, todas estas causas tienen consecuencias. La mujer tiene múltiples formas de deterioros. Los daños físicos, psicológicos, sexuales y verbales son unos de ellos. En el hogar; se la atemoriza con miradas,  acciones y con gestos haciéndola sentir inferior y culpable, sin decir que se burla de ella ofendiendo que se encuentra “loca”. También, se encuentra los controles que el varón toma en el hogar. Según las perspectivas psicológicas de la violencia de género (2011), los casos son el dominio, la culpa de ellas y la desvalorización. Ante ello, las mujeres llegan a tener miedo de este abuso; es por eso que no se hace las denuncias y no salen a buscar ayuda por el simple hecho que todo debe ser así. El porcentaje es tanto, que incluso los maltratos que tienen ellas, la suelen negar u ocultando todo.

 

En síntesis, el machismo ha generado la violencia contra la mujer en la sociedad peruana. Asimismo, estos actos violentos producen graves daños psicológicos y físicos en las mujeres. Por tanto, es necesario que la sociedad transforme sus hábitos y deje de lado los estereotipos de género, tanto dentro como fuera del ámbito familiar. Por otro lado, el Estado debería invertir en la creación de campañas para difundir información y se cree conciencia sobre el maltrato que sufren a diario las mujeres en diferentes espacios sociales.

En el siguiente vídeo, he dejado una serie de ejemplos de como el entorno social esta sumamente apoyado en el machismo. A esto me refiero, en los comerciales, viendo a las mujeres como amas de casa y de un género débil. Sin embargo, el varón es un ser de superioridad. 

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